Federación de Enseñanza de CCOO de Castilla-La Mancha | 13 diciembre 2025.

La lenta bajada de ratios en Castilla-La Mancha: una educación pública en riesgo

  • La publicación de ratios para el curso 2025-2026 demuestra cómo la administración sigue sin adaptarse a las necesidades reales de los centros educativos y del alumnado.

28/01/2025.
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La educación pública en Castilla-La Mancha sigue enfrentándose a graves desafíos, y la reciente planificación de ratios para el curso 2025-2026 es un claro ejemplo de cómo la administración sigue sin adaptarse a las necesidades reales de los centros educativos y del alumnado. Aunque se anuncia una reducción en las ratios, estas siguen siendo excesivamente elevadas en un contexto cada vez más diverso y con mayores necesidades de inclusión.

Según las nuevas previsiones, las aulas de Infantil y 1º de Primaria tendrán un máximo de 22 alumnos, el resto de Primaria 25, la ESO 30 y Bachillerato 32. Estas cifras siguen estando muy por encima de lo que sería deseable para garantizar una educación de calidad. En un sistema educativo donde la heterogeneidad es cada vez mayor y donde las necesidades de apoyo son crecientes, estas ratios resultan inasumibles.

Más diversidad, menos recursos

La educación inclusiva no es una cuestión meramente estadística. No se trata solo de la presencia de alumnado con necesidades educativas especiales (ACNEE) o con necesidades específicas de apoyo educativo (ACNEAE), sino de la realidad de aulas en las que el nivel de diversidad social, cultural y educativa es mayor que nunca. Sin una bajada real y efectiva de las ratios, el profesorado no tiene los recursos necesarios para atender adecuadamente a todo el alumnado.

Desde CCOO se ha defendido una propuesta mucho más ambiciosa: 15 alumnos en Infantil, 20 en Primaria, Secundaria y FP, 25 en Bachillerato y 12 en FP Básica​. Además, el sindicato ha exigido que los alumnos con necesidades específicas cuenten doble a efectos de ratio para garantizar una atención educativa adecuada. Sin embargo, la administración sigue sin escuchar estas demandas y mantiene unos números que no reflejan la realidad de los centros.

Centros saturados y la paradoja de la "matrícula viva"

Uno de los problemas más graves de esta planificación es la falta de previsión ante la "matrícula viva", es decir, la incorporación de nuevos alumnos durante el curso escolar. En numerosos centros de Secundaria y Primaria, que son centro único en su zona, las aulas ya comienzan el curso con la ratio al límite. A medida que avanza el año y llegan más estudiantes, se sobrepasan los límites sin que se produzcan desdobles ni refuerzos de profesorado.

Esto genera un agravio comparativo: mientras en algunas zonas rurales las ratios bajan de forma natural por la falta de alumnado, en otras áreas, especialmente en provincias como Toledo y Guadalajara, las aulas están completamente saturadas. En lugar de aprovechar la reducción demográfica para mejorar la calidad educativa, lo que ocurre es que se suprimen líneas y se reducen plazas de profesorado, dejando a los centros en una situación de precariedad estructural​.

¿Es posible hablar de educación de calidad con estas condiciones?

En la educación infantil, por ejemplo, la eliminación de los apoyos educativos en 2012 bajo el gobierno de Cospedal supuso una grave pérdida para el sistema. Aunque la Consejería ha planteado recuperar parte de estos apoyos, lo hace de forma insuficiente: antes de los recortes había un apoyo cada 3 unidades, y ahora se pretende que haya uno cada 6​. Por otro lado, los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo o en situación de desventaja social deberían contar doble a efectos de ratio. ​Además, el alumnado con Dificultades Específicas de Aprendizaje (DEA) debería contar con apoyos específicos de PT (Pedagogía Terapéutica) y AL (Audición y Lenguaje), con un ratio máximo de 12 alumnos por especialista y se debería reforzar la red de orientación (orientadores y servicios a la comunidad) para garantizar la detección temprana y el seguimiento de este alumnado.

Una administración desconectada de la realidad

La educación pública no puede sostenerse con parches ni con medidas insuficientes. Mientras en algunos territorios la bajada de ratios es una necesidad urgente, en otros se está utilizando la disminución del alumnado como excusa para recortar recursos. No se trata de aplicar una misma norma para todos los centros, sino de adaptar las ratios a las necesidades reales de cada zona y garantizar que todo el alumnado, sin importar su contexto, reciba la educación de calidad que merece.

La comunidad educativa sigue esperando una respuesta firme de la administración. Si la educación es realmente una prioridad, es momento de demostrarlo con hechos y no con cifras maquilladas.